Regina Sujovirsky

sábado, 25 de febrero de 2012

¿A qué se le teme, cuando se habla de transparencia en los precios?


Los encuentros formales con la institución bursátil, hacen a estas reuniones de agenda como una mera representación “de voluntades”, para que el sector pueda trabajar y amalgamar las diferencias; para finalmente convertirlas en propuestas concretas.

El conjunto de las entidades, comparten que el sector arrocero debe instar por la etapa de transparentar el precio del cereal. Aunque las formalidades recién comienzan a tener un carácter accionario, todavía se presenta el proyecto de transparencia como “una etapa exploratoria para institucionalizar el arroz”, definió Daniel Mateo, gerente General de la Bolsa de Comercio de Santa Fé.

El cambio se vuelve sustentable para el sector con el estrecho de mano que se dieron, el presidente de Federación de Entidades Arroceras de Argentina (FEDENAR), Jorge Paoloni y el titular de la Bolsa, Eduardo González Kees. El eje de la reunión fue establecer la continuación de trabajar en la lista de requisitos, para establecer un precio referencial de arroz cáscara.


“Me voy conforme con la reunión que tuvimos con FEDENAR porque tienen la necesidad de trabajar en una solución”, dijo Mateo (el viernes 24) y calificó “de no menor el encuentro”.
Ahora el panorama se presenta de este modo, por un lado, hay quienes les cuesta entender que el trabajo que realizan las instituciones no es una pérdida de tiempo, es una vuelta de página. Nadie pone la firma que el precio de arroz se transparentará en corto plazo sino que, es una construcción de planeamientos y objetivos claros.

En contrapartida, no se puede dejar de mencionar aquellos que se comprometen, y esa palabra no es poco, e intentan conversar con las instituciones para "sostener una línea de diálogo" y establecer los mismos intereses. En este caso, será reglamentar institucionalmente el precio del arroz.
Después, están lo que se niegan a perder el poder de compra-venta, por supuesto se refiere a la intervención concentrada. Con está actitud dispar repercute negativamente en el bolsillo de los pequeños y medianos productores de la región.

Aquí se refleja dos tendencias encontradas que quedan expuestas por sus propios intereses económicos, políticos y empresariales. Pero para poder unir el cambio se necesita posicionar a la Argentina como productor arrocero y ser un país competitivo con el resto del mundo. En este sentido, si el sector sigue marcando con un resaltador lo que hacen mal las instituciones, se convierte en una situación inmanejable para el crecimiento nacional.

Parece que cuando al otro le va bien, o medianamente bien, automáticamente se pone en la mira de los críticos, todos opinan y aconsejan, sin dejar rastrojo para que nadie los termine criticando a ellos.

Destapado por un rumor

Habrá que romper con el miedo de quedar expuesto a simple vista. Pues, no debe ser importante estar en la boca de todos cuando dicen, "solo quiere figurar". En general, la información que se escucha por los pasillos corre el rumbo que quiere tomar, pero si no la detenemos con la confirmación de las fuentes, seguirá haciendo metamorfosis. Es por eso, que la colaboración del sector es un punto sumamente relevante para seguir construyendo la verdadera cara de los negocios. ¿A qué le temen, a los controles fiscales? ¿A qué se difundan las estrategias institucionales o comerciales?

Hace falta colaboración para que la información deje de ser de cada uno, sino que sea de todos nosotros. De no adueñarse de ella, sino ser parte del flujo de la comunicación. Dejar de comportarse como un capataz, que manda sobre la vida de los demás. Dejar que del otro lado del río, también sepan qué estamos haciendo por mejorar. Dejar de ser egoístas y celosos para atraer a las buenas cosechas. Es mejor ocupar el tiempo en el cultivo de uno y no, en criticar el de los demás.

El en el marco de diversas reuniones aparentemente nadie se anima a confirmar que el proyecto de transparencia del precio del arroz cáscara es viable, sino que se comenzó a trabajar sobre los números oficiales de cada provincia. Es contundente que ascienda la superficie sembrada en provincias como Corrientes, Chaco, Formosa, Santa Fé y Entre Ríos. De todas maneras, los productores se seguirán inclinando por este cultivo mientras haya una baja en los costos de producción, -dependiendo de los precios de fertilizantes, de arrendamientos, de contratistas, de comercialización, de la logística, del gasoil-, en fin de la "rentabilidad".

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